Afrontando la Pérdida y el Duelo en el Aula

El duelo es una parte inevitable de la vida, pero rara vez se discute en entornos educativos. Ya sea por la muerte de un familiar, un amigo cercano, una mascota querida o incluso un cambio significativo como el divorcio de los padres, el duelo puede afectar profundamente el bienestar emocional de un estudiante y su capacidad de aprender. Los estudiantes también sufren duelos significativos como resultado de la guerra y el desplazamiento. Actualmente, los estudiantes de origen ucraniano temen la pérdida de sus hogares y de sus familiares hombres que están en la guerra; algunos ya han perdido a sus seres queridos. Los estudiantes de origen palestino han sufrido pérdidas inimaginables debido al genocidio israelí en Gaza y están en el centro de una guerra altamente politizada y desproporcionada. En los Estados Unidos, los estudiantes que no tienen residencia temen una visita del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas y, en última instancia, la deportación.

El duelo puede afectar profundamente el bienestar emocional de un estudiante y su capacidad de aprender.


Como educadores, a menudo nos enfocamos en el rendimiento académico, la gestión del aula y la participación estudiantil, pero también debemos estar preparados para apoyar a los estudiantes que experimentan pérdida, ansiedad y miedo. Comprender cómo abordar el duelo en el aula puede ayudar a crear un entorno de aprendizaje solidario y compasivo.


Comprender cómo abordar el duelo en el aula puede ayudar a crear un entorno de aprendizaje solidario y compasivo.


Comprendiendo el Duelo en los Estudiantes

El duelo se manifiesta de manera diferente en niños y adolescentes, dependiendo de su edad, madurez emocional y mecanismos personales de afrontamiento. Algunos estudiantes pueden expresar abiertamente su tristeza, mientras que otros pueden internalizar sus emociones, pareciendo desconectados o distraídos. Según la Asociación Nacional de Psicólogos Escolares (NASP, 2020), los signos comunes de duelo en los estudiantes incluyen estallidos emocionales, retraimiento social, dificultad para concentrarse, cambios en el rendimiento académico e incluso síntomas físicos como dolores de cabeza o fatiga.


 Los signos comunes de duelo en los estudiantes incluyen estallidos emocionales, retraimiento social, dificultad para concentrarse, cambios en el rendimiento académico e incluso síntomas físicos como dolores de cabeza o fatiga.


Los niños más pequeños, especialmente en la escuela primaria, pueden no entender completamente la permanencia de la pérdida y pueden hacer preguntas repetitivas sobre la persona fallecida. Los estudiantes mayores, particularmente en la secundaria, pueden luchar con preguntas existenciales, sentimientos de culpa o incluso ira. Como educadores, reconocer estos signos es el primer paso para brindar el apoyo necesario.


Creando un Entorno de Aula de Apoyo

A continuación, hemos recopilado consejos para proporcionar un entorno de aula de apoyo:

 

Reconocer la Pérdida con Sensibilidad

Ignorar el duelo de un estudiante o pretender que todo es normal puede hacer que se sienta aislado. Aunque no todos los estudiantes querrán hablar sobre su pérdida, reconocerla de manera compasiva y respetuosa puede ayudar. Una simple declaración privada como, “Quiero que sepas que estoy aquí si necesitas algo,” puede brindar consuelo. Las escuelas también deben trabajar con consejeros para determinar el mejor enfoque para abordar el duelo según cada caso.


Mantener la Rutina Permitiendo Flexibilidad

El duelo puede interrumpir la capacidad de un estudiante para concentrarse, completar tareas o participar en discusiones en clase. Si bien mantener la estructura y la rutina puede proporcionar un sentido de estabilidad, también es importante permitir flexibilidad. Ofrecer plazos extendidos, reducir la carga de tareas o proporcionar asignaciones alternativas puede ayudar a los estudiantes a reintegrarse gradualmente en el entorno académico sin sentirse abrumados.


Ofrecer plazos extendidos, reducir la carga de tareas o proporcionar asignaciones alternativas puede ayudar a los estudiantes a reintegrarse gradualmente en el entorno académico sin sentirse abrumados.


Proporcionar Vías para la Expresión Emocional

No todos los estudiantes querrán verbalizar sus sentimientos, por lo que ofrecer formas alternativas para procesar el duelo puede ser beneficioso. Escribir en un diario, realizar proyectos artísticos y tener tiempo de reflexión en silencio pueden ser salidas constructivas para las emociones. Además, las discusiones en clase sobre emociones y estrategias de afrontamiento, sin forzar a los estudiantes a compartir experiencias personales, pueden ayudar a normalizar las conversaciones sobre el duelo y el bienestar emocional.


Fomentar el Apoyo entre Pares y la Inclusión

Los compañeros juegan un papel significativo en la experiencia de duelo de un estudiante. Fomentar la amabilidad y la comprensión en el aula puede marcar una gran diferencia. Los maestros pueden crear actividades en las que los estudiantes escriban mensajes de apoyo o realicen actos de bondad hacia sus compañeros. Sin embargo, también es esencial guiar a los compañeros para que entiendan que el duelo es un viaje personal; algunos estudiantes pueden preferir la soledad mientras que otros buscan conexión social.


Cuándo Buscar Apoyo Adicional

Aunque los educadores pueden ofrecer apoyo emocional, algunos estudiantes pueden necesitar intervención profesional, particularmente si el duelo conduce a problemas académicos prolongados, cambios graves de comportamiento o signos de depresión. Los consejeros escolares, trabajadores sociales y psicólogos deben involucrarse en casos donde los estudiantes muestren aislamiento extremo, tristeza persistente o tendencias autolesivas. Según la Asociación Americana de Consejeros Escolares (ASCA, 2021), los maestros deben colaborar con profesionales de salud mental para garantizar que los estudiantes en duelo reciban el cuidado y los recursos adecuados.

 

Conclusión

El duelo es una experiencia desafiante y profundamente personal, pero el aula puede servir como un lugar de estabilidad y apoyo para los estudiantes que atraviesan una pérdida. Como educadores, nuestro papel va más allá de lo académico—somos mentores, cuidadores y defensores del bienestar de nuestros estudiantes. Reconociendo el duelo, proporcionando salidas emocionales, manteniendo estructuras de apoyo y buscando ayuda adicional cuando sea necesario, podemos crear un entorno de aprendizaje compasivo que ayude a los estudiantes a sanar mientras continúan su viaje educativo.

References

  • American School Counselor Association. (2021). Supporting Grieving Students: Guidelines for Educators. Retrieved from www.schoolcounselor.org

  • National Association of School Psychologists. (2020). Helping Children Cope with Loss, Death, and Grief: Tips for Teachers and Parents. Retrieved from www.nasponline.org

Publicado

1 mar 2025